No hay día malo. Cada amanecer nuevo nos demuestra que estamos vivos. Ya es suficiente con sentirnos aunque el reto parezca una montaña enorme delante de nosotros.
Tenemos los sueños, las ilusiones, las esperanzas. Siempre pasito a pasito vamos aprendiendo a conjugar el verbo ser, vivir y llegar. Tenemos personas a nuestro lado que nos indican el camino. Tenemos lunas que nos acercan a nuestro norte.
Con fuerza y corazón nos aferramos a la suerte que nos hace nobles y personas. El miedo a no ser nosotros nos mata los sueños y las promesas que nos hacemos. Sabemos que lograremos lo que perseguimos, pero solo el miedo nos lo impide. Un día llegamos al fin de la tierra y allí nos quedamos viviendo nuestro sueño. Solo tenemos que seguir la flecha.
Como saber escoger el camino, ese que nos conduce a lo que dices Carmen? Lo conoces tu tan sabia en esas lides? Dimelo, dinoslo.
Marina
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